Las serpentinas clásicas que nos animan los cumpleaños son de papel, pero con la ciencia podemos hacer de viscosas, pegajosas y resistentes al agua.
Sólo serán necesarios un par de componentes químicos, colorantes a raudales, un poco de imaginación y ganas de pasarlo bien. El secreto para que quede con la textura adecuada es como los buenos platos, no se puede desvelar. Se deberá experimentar!
Atreveros a ensuciarse las manos, remover, medir, amasar, esferificar … no es cocina, es ciencia, pero una ciencia muy golosa.
Dani Jiménez